Yo
No soy yo un modélico exiliado,
tal vez soy un enfadado exiliado y rabioso y también inquieto. Si,
todo me ha ido como tal. El tiempo y las esperas me han confiscado
las maneras de vivir y los modales. Han apretujado al limite mi
paciencia y han aniquilado poco a poco mi entusiasmo y mi fervor
patrio. Es así de cabrona la vida y de soberanamente malintencionada.
No es mi Yo, tan interesante más
que otros compatriotas. Es mi Yo solo un ser andante en busca de su
propia frontera, una frontera que se antoja cerca, pero que en
realidad esta perdida entre culturas y pueblos que se regocijan de
que les pertenece. Pero. De pertenecer también hablan mis vecinos de
todos los nortes y sures y ambos laterales, si, mi Yo les
pertenece,-dicen-. Como muestra, indistintamente, me han dado cobijo,
me han documentado, me han alabado, me han cuidado al mínimo
detallado y me han prestado sus embajadas y consulados y, siempre me
han dicho muy buenamente, que su hogar estará abierto por y para mí.
Exiliado oficialmente, según
para quien y extra según para quién. Es mi exilio realmente un
objeto abandonado en el almacén de los trastos, polvoriento y sucio
que, solo se percata de su presencia cuando se limpie el sitio y,
tantas veces se tentó en tirarlo como objeto ya definitivamente
inútil.
Exiliado a los pocos años de
nacer. He implorado a Dios que acabe todo y me dé mi pedazo de
tierra , pero siempre me ha negado todo y, a veces me ha
discriminado. Es así. Aunque sigo rezando y pidiendo lo mismo, como
tantos saharauis. Incluso, hay quienes ya rendidos, quieren pasar directamente
al día del "juicio final" y vérselas con Dios. ya no hablan de independencia o cosa por el estilo, más bien, del camino a seguir y las normas a cumplir para entrar en el paraiso celestial.
Mi ser se ha cansado de dar
tumbos aquí y allí, y se cansó de reír y volver a reír. Me cansé
de ver y tocar los colores de este y aquel cielo y me he liberado de
tantas culpas para adquirir otras tantas.
Al final todo es banal, o
no. Si yo fuera libre quizás no todo lo sea, porque no es menester
culparse y disculparse de algo que solo te incumbe a ti. Pero es de
razonable alzar mi voz para desairar mis miserias y mis conflictos.
Exiliados saharauis quieren
hablar para decir lo que a mi Yo no se le ocurre, porque ignoro o
porque no sé los detalles. Los veo que rechisten y apalabran a
carcajadas: una queja bien intencionada es una denuncia del alma y
que va al alma en exclusiva.
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