jueves, 11 de octubre de 2018

Homenaje


me uno al dolor, desde la lejanía, pero no el olvido. la tengo en mi mente y a veces en mis actos. Es, esa persona buena, que recuerdas con una sonrisa.



Cuba, mi madrastra. Yo no te perdono nada, yo te amo todita. Yo te adoro, porque los adorados tienen don y tienen aché.
Tu dolor no es dolor cuando se ha cumplido con el deber de la vida.
Muchos que te conocemos, te vemos a cada instante, entre líneas santas o, en el opaco grito del sermón del más acá.
Te enamoré en la adversidad
Y, no me importa volverte a enamorar.

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